Los tiempos cambian para todos los aspectos de la vida, y en el caso de la caza no podía ser diferente. Este deporte siempre ha estado asociado a la práctica masculina, aunque desde hace unos años este aspecto está cambiando y cada vez son más las mujeres que se suman a este bello deporte.
La caza también es cosa de mujeres
Todos coinciden en que el futuro de la práctica cinegética está unido en gran medida a la incorporación de la mujer a este deporte. La presencia femenina en toda Europa y en España es toda una realidad, y la creación de asociaciones y secciones femeninas en diferentes entidades es toda una prueba evidente de que han llegado pisando fuerte en un mundo que hasta ahora había sido eminentemente cosa de hombres.
Las estadísticas hablan por sí solas: en 2014 eran 2.729 las mujeres cazadoras, en 2016 ya eran 2.949 y las cifras han seguido aumentando año tras año. Andalucía es la comunidad que más cazadoras tiene registradas, seguida por la Comunidad Valenciana y Cataluña.
El perfil de la cazadora moderna es el de una mujer que ama esta afición, que representa a una generación del siglo XXI con una nueva imagen, acostumbradas a las nuevas tecnologías y redes sociales y que no tienen ningún reparo en mostrarse orgullosas de ser cazadoras.
Las mujeres y la caza en la historia
Ahora hay cazadoras muy conocidas dentro del mundo cinegético, como Rocío Bueno, Ainhoa Lata, Anabel Romero, Laura Mira o la malograda Mel Capitán, pero antes también hubo mujeres que desafiaron las reglas y se echaron la escopeta al hombro, como Alicia de Borbón, Hilda Fernández de Córdoba o Gabriela Maura.
Es una realidad: la caza ya no es solo cosa de hombres, las mujeres vienen reclamando su hueco en el fascinante mundo del cazador.