La caza es una de las acciones más antiguas que se pueden nombrar. Se trata de instinto, de supervivencia, de las necesidades más básicas del ser humano. Hoy en día, la caza ha dejado ya de ser una cuestión de supervivencia, y es tratada como un deporte, aunque no hay que olvidar que muchas veces sirve para hacer posible la conservación del equilibrio de la fauna.
Caza se le denomina a la actividad de matar o capturar a un animal en estado salvaje. Existen dos grandes familias dentro de esta actividad. La primera es la caza mayor, la que tiene como objetivo cualquier animal mayor que un zorro salvaje. La segunda, la que se comenta aquí, es la caza menor. Se trata del segundo deporte más practicado al aire libre, después de la pesca, y consiste en cazar animales pequeños, tales como el conejo, la liebre, la codorniz, la tórtola, la paloma o el faisán. Dependiendo del objetivo, la técnica o los medios con los que se dispone, existen diferentes modalidades.
Modalidades de caza menor
– En mano. Consiste en un grupo de cazadores, a una distancia equidistante unos de los otros, abiertos en ala. La mayoría de veces se lleva a cabo con la ayuda de perros, y cada grupo suele estar compuesto de entre dos y seis integrantes. Es de vital importancia la correcta organización de todos los participantes.
– Ojeo. Es una modalidad de caza que se usa casi exclusivamente sobre la perdiz roja. Se realiza en unos lugares preparados con ciertos puestos o pantallas de disposición. Los ojeadores o batidores realizan voces o ruidos con el objetivo de dirigir las perdices hacia los cazadores de manera gradual y progresiva.
– Perdiz con reclamo. Es posiblemente la modalidad más selectiva que existe, y la que menos impacto tiene en el medio ambiente, además de ser la menos lucrativa y mortífera. Durante todo el año se prepara la perdiz seleccionada para el reclamo, conociendo sus diversos cantos y sonidos, todo de manera artesanal para preparar el siguiente periodo de caza.
– Alanceo. Es una de las modalidades de caza que se llevan a cabo sobre un caballo, que junto con la ayuda de perros consiste en cazar jabalíes. Para ello se utilizan unas garrochas de alrededor de tres metros de longitud de punta de lanza. Es una modalidad tradicional que muestra la simbiosis con la naturaleza, cuyo máximo valedor es la cultura andaluza.
– Caza de acuáticas. Tanto con puestos fijos o al paso, consiste en la colocación de barriles y barcas fijas entre juncos y malezas. Esto permite la visión de las zonas donde las aves puedan acceder a por comida o refugio. Suele practicarse durante las primeras o últimas horas del día, para coincidir con momento de mayor nivel de aves en las zonas acuáticas.